Belén nos muestra la sencillez de Dios, que se revela a quienes tienen un corazón puro y abierto. Dejémonos conmover por el amor infinito de un Dios que se hace hombre para salvarnos. Sigamos a Jesús, que se despojó de su gloria para hacernos partícipes de su plenitud y darnos la esperanza de la vida eterna.
Desde nuestra familia, nos unimos a la alegría de toda la Iglesia al caminar hacia el Jubileo 2025. La apertura de la Puerta Santa en la noche de Navidad es una llamada a la renovación interior, a emprender un pasaje hacia una vida nueva que surge del encuentro transformador con Cristo.
Este año, damos gracias a Dios con especial alegría por el nacimiento de nuestra hija María el pasado 19 de diciembre. Su llegada, un don inmenso de Dios a las puertas de Navidad, nos ha llenado de amor y nos ha ayudado a vivir el Adviento con mayor intensidad, de la mano de la Santísima Virgen María, preparando nuestros corazones para la venida del Señor.
¡Feliz Navidad y próspero año 2025!
Familia Mayoral Mendiburu